/* Pedirle a Googlebot y otros que me dejen de indexar, para que no me penalicen en Google PageRank */ Código Abierto: Un paso creíble hacia la 'urna de cristal'

lunes, 22 de agosto de 2011

Un paso creíble hacia la 'urna de cristal'

Una noticia que pasó relativamente desapercibida la semana pasada fue una de las más decisivas en la historia reciente del país en materia de lucha contra la corrupción. Es merecido el entusiasmo con el que el Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, anunció la puesta en marcha del nuevo ‘Portal de Transparencia Económica’.

Uno de los primeros sueños de la era del Internet fue el de que la red hiciera más efectiva la veeduría ciudadana, al poner a disposición de todas las personas información sobre los procesos del Estado y sobre los resultados de la gestión pública. Esa meta se ha cumplido en alguna medida en ciertos países, pero en la mayoría aún no se han aprovechado al máximo las herramientas tecnológicas para apalancarse hacia una democracia más eficiente. Con la apertura del portal, Colombia acaba de avanzar admirablemente en esa dirección.

Cualquier ciudadano, desde un estudiante de primaria hasta un miembro de gabinete —y pasando por periodistas, académicos, investigadores e inversionistas— tendrá desde ahora acceso en un mismo sitio a todos los presupuestos de los distintos entes estatales y a indicadores sobre la ejecución de esos dineros. Se podrá ver en qué se están gastando los fondos públicos, cuánto cuestan los proyectos que se están financiando y a quién se le adjudican contratos.

Esta noticia excelente es una muestra de cómo el Internet puede convertirse en un factor de democracia no solamente desde abajo hacia arriba, como es el caso de las redes sociales, sino también de arriba hacia abajo: desde las iniciativas de un Estado dispuesto a enseñar sus libros y someterse al escrutinio ciudadano. Es el paso más claro que ha dado hasta el momento esta administración para erigir la ‘urna de cristal’ que prometió el Presidente Santos en su discurso de posesión. La forma más poderosa de combatir la corrupción no es pasando leyes que no se cumplen, sino que cada quien se convierta en doliente de los dineros que con esfuerzo ha contribuido para el financiamiento de la nación; que cada uno entienda que cada peso que gasta el gobierno provino de los bolsillos de todos, y que por tanto tenemos el derecho y la responsabilidad de vigilar el destino y el uso de esos pesos.

El portal permitirá que discusiones sobre las decisiones que nos afectan a todos —sobre gastos en educación, defensa y salud, por ejemplo— estén sustentadas con cifras, y no solamente con opiniones. Pero el efecto más transformador que podría tener se daría si su empleo comienza desde ahora a ser enseñado en los colegios. La mejor manera de formar ciudadanos responsables es que desde niños esos ciudadanos aprendan cómo funciona el aparato estatal, y que además sepan que cuentan en su arsenal con herramientas como ésta para separar la verdad de las mentiras.

Ojalá, además, que la voluntad de transparencia que se ha demostrado con este lanzamiento llegue más allá en los próximos meses. Otro cambio urgente que debería emprender este gobierno es el de por fin hacer públicas y verificables las votaciones en el Senado y la Cámara de Representantes. El referendo que intentó pasar Álvaro Uribe al comienzo de su gobierno propuso esa importante enmienda, pero el proyectó desafortunadamente fue derrotado. Es momento de volverlo a proponer, y de añadirle la creación de un sitio en Internet en el que se puedan consultar las votaciones actuales y pasadas de los congresistas. Así como exigimos transparencia económica, exigimos transparencia y verificabilidad legislativas.


Una versión de esta columna apareció en El Heraldo de Barranquilla el 22 de agosto de 2011.

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